¿Qué es un inodoro seco ecológico?

Para la gran mayoría de nosotros el funcionamiento del váter está asociado con el uso del agua. Tirar de la cadena es un gesto casi automático cada vez que vamos al baño, pero en ese simple acto podemos consumir hasta 20 litros de agua. En un año ese consumo puede llegar a ser de hasta 20 mil litros por persona. Una cantidad nada desdeñable, que no solo tiene implicaciones por su elevado coste sino por un asunto de conciencia ambiental y uso de los recursos.

En los países desarrollados el consumo de agua triplica el de los países pobres. El problema toma otro cariz cuando tenemos en cuenta que las estimaciones para el 2025 sugieren que dos tercios de la población mundial vivirán en zonas de estrés hídrico, es decir donde el consumo de agua superará la demanda existente.

Por otra parte también debemos considerar el impacto ambiental de las aguas vertidas. Hasta un 80% de las aguas residuales regresan a la naturaleza sin haber sido tratadas de forma alguna, lo que supone un grave riesgo de contaminación de afluentes.

Por ello toda iniciativa que conlleve un mejor uso de tan importante recurso merece nuestra atención. En este sentido, los inodoros secos ecológicos constituyen una excelente alternativa que, además, aporta otros beneficios, visite este articulo y te explicaremos.

¿Qué son los baños secos ecológicos?

Los baños secos ecológicos son instalaciones sanitarias que no precisan de agua para funcionar. No requieren de conexiones a redes de saneamiento y por lo tanto pueden ser instalados en zonas que carezcan de redes de aguas residuales. Sin embargo, su uso no está limitado a las áreas rurales, pues pueden adaptarse sin inconveniente a edificaciones urbanas y hasta existen modelos con diseños modernos y sofisticados que nada tienen que envidiar a los inodoros convencionales.

Los fontaneros urgentes sabe que no solo permiten ahorrar agua, sino que son capaces de transformar los desechos en abonos ecológicos, aptos para el cultivo de frutas y hortalizas orgánicas.

¿Cómo funciona un inodoro seco?

El funcionamiento de los inodoros secos es muy simple y aunque puede haber ciertas variaciones de acuerdo al modelo, el principio fundamental se basa en la recepción de los desechos orgánicos en unas cámaras impermeabilizadas. En muchos casos estas se encuentran situadas debajo del inodoro y son herméticas, por lo que no se escaparán olores desagradables ni tendrás riesgo de fugas que puedan contaminar los terrenos circundantes.

Cuando se trata de una instalación con dos cámaras estas se llenan consecutivamente. La capacidad de una cámara suele permitir la acumulación de residuos por un período de seis meses, y al completarse se procederá a llenar la segunda cámara. Durante el llenado de la segunda cámara, los desechos acumulados en la primera se irán convirtiendo en compost, el cual se puede utilizar como abono. Cuando ambas cámaras estén llenas debe procederse a su vaciado, siguiendo estrictas normas de seguridad e higiene.

Ventajas del baño seco ecológico

La instalación de un inodoro seco ecológico es muy sencilla, pero es aconsejable que sea realizada por un fontanero profesional, a fin de evitar errores que puedan generar fugas o inundaciones.

Tal como adelantamos, existen modelos industriales, fabricados principalmente en Estados Unidos, Australia, Canadá y el norte de Europa. Sin embargo, también pueden autoconstruirse en plan armario empotrado en Getafe, si se cuenta con los conocimientos adecuados.

En todos los casos, antes de proceder a la instalación de un inodoro seco conviene considerar el número de usuarios, frecuencia de uso, espacio disponible y condiciones climatológicas del lugar donde se colocará, para poder seleccionar el inodoro seco que resulte más conveniente.

¿Qué tipos hay?

Existen dos tipos básicos de inodoros secos y ambos pueden conseguirse en nuestro país. Difieren en su mecanismo y el tratamiento que le dan a los desechos, pero todos son equipos seguros que no necesitan agua para funcionar.

Baño seco

Con este nombre nos referimos a los baños secos que aplican el principio de deshidratación. Tal como su nombre sugiere, en estos sistemas los desechos son deshidratados al llegar a las cámaras. Este proceso no utiliza productos químicos, por lo que pueden ser utilizados como compost orgánico sin ningún tipo de riesgo. Aproximadamente la mitad de la cámara estará rellena con un material secante, el cual absorberá toda la humedad y liquido de los desechos. Es importante reducir la humedad del contenido a menos de 25%. De esta manera se acelera la eliminación de patógenos y se evitan los malos olores y la proliferación de moscas. Por ello es conveniente utilizar una taza de váter con un diseño que permita la separación de la orina, y la almacene en un contenedor diferente o un pozo de absorción. Desde allí puede conducirse hasta los cultivos, si fuera el caso, y utilizarla como fertilizante, mezclando una parte de orina con cinco a ocho partes de agua.

Asimismo, debemos asegurarnos de que la cámara de sólidos tenga una ventilación adecuada para acelerar la descomposición. En muchos casos se utiliza cal o cenizas como material absorbente, el cual, además de contribuir a la rápida deshidratación de los residuos neutraliza los malos olores.

Este tipo de baños secos produce muy poca materia orgánica, por lo que las cámaras pueden ser pequeñas y no requieren de gran espacio para su instalación.

Baños composteros

Los baños composteros son los inodoros secos más comunes en las zonas rurales, pues permiten el aprovechamiento de los desechos como abono orgánico. La estructura de estas instalaciones es muy similar a la anteriormente descrita, salvo en lo que respecta al uso de materiales secantes. En su lugar se utilizan materiales orgánicos, como trozos de verduras, frutas, turba, serrín o paja para lograr un compost más rico en nutrientes. Al mezclarse con las heces humanas, estos residuos favorecen la formación de microorganismos que actúan sobre los desechos y los transforman en compost, lo bueno es que con estos al final no llamas a desatascos Murcia 24 horas. El proceso puede durar alrededor de diez meses, por lo cual es importante que las cámaras tengan capacidad suficiente para almacenar el material.